Informe realizado por Javier Ardouin, Claudio Bustos y Mauricio Jarpa (1998)
INTRODUCCION
Este informe tratará sobre los conceptos de inconsciente personal e inconsciente colectivo, propuestos por Carl Gustav Jung.
Primero, entregaremos las características generales del inconsciente según Jung, donde encontraríamos el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. Segundo, se definirá el inconsciente personal y su estructura básica, el complejo; la posibilidad de hacer conscientes los contenidos del inconsciente personal, la necesidad de esto y la existencia contenidos inconscientes más allá de lo personal. En tercer lugar, se definirá lo que es inconsciente colectivo y su estructura básica, el arquetipo; se hablará de los métodos que usaba Jung para estudiar el inconsciente colectivo y los efectos perjudiciales que tiene el no considerarlos, tanto para el individuo como para la sociedad.
Este trabajo abordará el tema del inconsciente personal y colectivo sin profundizar en el tema del complejo ni del arquetipo, estructuras conformantes de éstos, ni se ahondará en los desequilibrios que puede provocar la importancia excesiva de una función de la psique por otra.
El modelo de Jung de la psique humana pertenece a las corrientes psicodinámicas, en su rama analítica.
CONTENIDOS Y LÍMITES DEL INCONSCIENTE PERSONAL Y COLECTIVO
Para Jung, el inconsciente cubriría "todos los contenidos o procesos psíquicos inconscientes, es decir, no relacionados con el ego en forma perceptible"(SHARP, 1994, pag.102); en él existiría un continuo, de acuerdo al grado en que el proceso sea más cercano al instinto o a la consciencia; por un lado, encontramos los llamados procesos psicóideos, "que pertenecen a la esfera de lo inconsciente en calidad de elementos incapaces de conciencia"(JUNG, 1991, pag.128), que están muy relacionados con la base instintiva; por otro, los contenidos que pertenecieron a la consciencia y que la represión los obliga a permanecer bajo el umbral de ésta. A los primeros, cuya más importante fuente radicaría en patrones-tipos de conducta y representación comunes a todos los seres humanos, los denomina Jung inconsciente colectivo, con los arquetipos como estructura básica; a los segundos, producto de la represión y de contenido más complejo y volicional, serían parte del inconsciente personal, con los complejos como estructura básica.
Jung supone que el inconsciente no es se encuentra en estado de inactividad "sino que constantemente está ocupado en la agrupación y reagrupación de los contenidos" (JUNG, 1964, pag.52); esta actividad se realiza para mantener el equilibrio de la psique completa, compensando el inconsciente cualquier omisión del ego de las motivaciones personales no reconocidas conscientemente, provocando la unilateralidad de la personalidad. Esta actividad estaría regulada en los estados de normalidad por la consciencia y sólo estaría en libertad, relativa absoluta, en la presencia de patología: la neurosis sería una "leve disociación de la personalidad debido a la activación de complejos" (SHARP, 1994, pag.130) en la cual "la energía retrocede y se activan contenidos inconscientes en un intento por compensar la unilateralidad de la consciencia"(SHARP, 1994, pag.131); la psicosis sería la completa disociación de la personalidad, en la cual los complejos están completamente desconectados de la conciencia o, como formularía más tarde Jung, la consciencia se vería inundada por el inconsciente colectivo.
INCONSCIENTE PERSONAL
El inconsciente personal, para Jung, contiene "recuerdos perdidos, ideas dolorosas que están reprimidas (es decir, olvidadas adrede), percepciones subliminales [...] y, finalmente, contenidos que aún no están listos para la consciencia"(SHARP, 1994, pag.106). La estructura básica del inconsciente personal lo constituye el complejo, que puede considerarse como la red de pensamientos, sentimientos y actitudes mantenidas por una idea nuclear o disposición central, pudiendo ser tan poderoso que cuando es activado funciona fuera del control del ego. No siempre los complejos son algo perjudicial, ya que hay complejos que puedan realzar la vida y contribuir al mejoramiento de la humanidad. Jung creía que muchos de los más grandes logros del mundo eran los productos de complejos que lo consumen todo.
La característica principal del inconsciente personal es que contenidos de éste, y específicamente los contenidos reprimidos, tienen la cualidad de que pueden volver a ser conscientes con el reconocimientos, de la persona, de la existencia de éstos. A estos materiales Jung los llama contenidos personales, por cuanto sus efectos o su aspecto parcial o su procedencia pueden demostrarse en nuestro pasado personal. Los contenidos personales serían partes integrantes de la personalidad, y que frente a su falta, la consciencia respondería con un sentimiento moral. "La inferioridad sentida moralmente demuestra que la porción carente es una cosa que, realmente en relación al sentimiento, no debería faltar" (JUNG, 1964, pag.64). La presencia de la sensación de inferioridad demuestra la necesidad de asimilar en el consciente ciertas partes del inconsciente. Este proceso de asimilación trae consigo la transferencia hacia la consciencia de los contenidos del inconsciente personal, por lo cual la persona amplía el área de su personalidad, en lo referente a la consciencia moral y la autocomprensión, ya que los contenidos traídos al consciente generalmente son contenidos desagradables que, por lo tanto, estaban reprimidos.
Jung creía que el inconsciente personal poseería una capacidad limitada, al igual que la existencia individual, por lo que sería posible un llamado agotamiento del inconscientes por el análisis haciendo el inventario de todos los contenidos inconscientes, el inconsciente ya no puede trabajar en formas distintas a las que trabaja el consciente. Jung plantea, asimismo, que "al anularse la represión, quedará inhibida la producción inconsciente por detenerse el descenso de los contenidos conscientes en el inconsciente"(JUNG, 1964,pag.52); esto es posible, como dice el autor, en una medida muy limitada, ya que el inconsciente se sigue manifestando por sus vías de expresión normales - los sueños y las fantasías - lo que demostraría la presencia de contenidos inconscientes que desbordarían lo meramente personal.
EL INCONSCIENTE COLECTIVO.
El inconsciente albergaría, también, todo contenido psíquico de carácter subliminal, el cual no ha alcanzado los límites de la consciencia. Junto a contenidos de la experiencia personal que nunca alcanzaron a ser percibidos pero fueron registrados, el inconsciente poseería dos tipos de procesos que no serían explicables a través de las adquisiciones personales: los instintos, los impulsos naturales y los contenidos que constituirían imágenes o adquisiciones de orden colectivo, predisposiciones compartidas por toda la gente y manifestado a sí mismo en la conducta, sin tener en cuenta la cultura. Estas imágenes se propagarían a lo largo del tiempo y e una forma universal, que surge gracias a una función psíquica natural. El inconsciente, por tanto, no sólo posee elementos de carácter personal, sino que también posee elementos de carácter impersonal o colectivos expresados en la forma de categorías heredadas o arquetipos, predisposiciones innatas que pueden producir realmente imágenes y conceptos poderosos. Entre los arquetipos importantes encontramos el poder, los de la relación con los miembros del sexo opuesto, los de creencia en algo más grande, la guía, la maternidad y la paternidad.
Es importante destacar que los arquetipos no son contenidos sino formas que, gracias a la experiencia individual repetida, son despertadas por los eventos con el mundo externo, ordenando las representaciones que "aseguran en todo individuo la similitud, y aún la igualdad, de la experiencia y de la creación imaginativa" (JUNG, 1991, pag.54).
En el estudio del inconsciente colectivo y el tratamiento de las afecciones psíquicas encontramos en Jung métodos basados en el concepto del arquetipo: por un lado, encontramos el estudio de la significación de los sueños, que no son considerados, como en la teoría freudiana, como satisfacción de los deseos de la libido, sino como mensajes el inconsciente que revelan el problema, tanto como la solución. Otro método, considerado por Jung uno de los más importantes, es el de la imaginación activa, en el cual el individuo une los materiales pasivos del inconsciente con influjos conscientes a través de alguna forma de autoexpresión, permitiendo la asimilación de contenidos inconscientes. Esta acción no se puede hacer, "por medio de un descenso a la esfera de los instintos, el cual sólo conduce a una inconsciencia incapaz de conocimiento o, peor aún, a un substituto intelectualista de los instintos" (JUNG, 1991, pag.155), sino que debe hacerse "a través de la integración de la imagen que significa ,y al mismo tiempo evoca, el instinto, aunque en una forma bastante diferente a la que se da en nivel biológico"(SHARP, 1994, pag.29). Este método tiene dos etapas: un sueño similar al que se realiza con los ojos abiertos, de naturaleza pasiva, y la participación consciente en las imágenes fantaseadas, de naturaleza crítica.
Muchos arquetipos deben satisfacerse, ya que constituyen poderosas necesidades humanas, cuya frustración provoca trastornos graves en la personalidad, ya que son instigaciones que vienen de nuestro interior. La falla en tomarlos en cuenta, como la falta de conocimiento o atención a fuerzas externas, los dotan con poder sobre nosotros, adueñándose del ego cuando no han sido satisfechos a través de la conducta. Generalmente, la religión y las tradiciones culturales han sido la expresión externa de los arquetipos, con distintos ritos y acciones que preparaban al individuo para enfrentarse a la fuerza de éstos de una manera integral; en nuestra cultura, la pérdida de estos baluartes ha dado lugar a la creación de variados "ismos" (comunismo, capitalismo), que creen borrar la supersticioso de las costumbres a partir de los supuestos racionales, pero que no entregan los elementos espirituales que permitan encarar al arquetipo de manera constructiva, haciendo caer a los individuos en la masa y en la consciencia social, dejándolos a merced del poder del inconsciente colectivo.
DISCUSION
Ventajas:
Jung plantea un modelo que no sólo explica el funcionamiento de l a personalidad, sino que integra variedad de otro fenómenos y ramas de la ciencia, tales como la antropología, la etnología, la filología, la biología e incluso la física cuántica.
La visión de Jung del tratamiento de las enfermedades mentales es finalista o energética, más que genética - como lo entiende Freud -, ya que "se basa en la progresión potencial de la energía antes que en las razones causales o mecanicistas de su regresión" (SHARP, 1994, pag.132). La idea central es preocuparse del equilibrio de fuerzas actuales dentro del paciente, más que rastrear en el pasado, para establecer una renovada progresión de energía basada en un nuevo equilibrio entre el consciente y el inconsciente.
Jung plantea constructos nuevos, tales como el de inconsciente colectivo, arquetipos y complejos, que han abierto nuevos campos a la teorización, a la especulación e incluso al arte.
El modelo de estudio del inconsciente y el tratamiento de la neurosis de Jung ha sido preferentemente usado con los individuos mayores de 40 años, que han experimentado la crisis de la edad media, para los cuales el enfoque jungiano les permite dar una mayor integración a sus vidas.
Desventajas:
Sus descubrimientos no son posibles de comprobar en forma científica ortodoxa, en base a la experimentación. Jung plantea que su modelo está basado en lo empírico, pero sólo se puede mantener como un conjunto de deducciones hechas por él de un constructo llamado inconsciente, en base a la observación de casos clínicos y el estudio de diversas culturas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Jung, C.G. (1991): Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Paidós.
Jung, C.G. (1964): Yo y el inconsciente. Barcelona: Miracle.
Sharp, Daryl (1994): Lexicón jungiano. Santiago: Cuatro Vientos.
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