miércoles, 20 de octubre de 2010
Conociendo la Wicca , sus origenes y Rituales
El Wiccan o Wicca es una antigua religión pagana que se relaciona con los convencionales conceptos de brujería. Su práctica, en la actualidad, preserva la práctica de rituales y actividades grupales que coinciden en la adoración, el agradecimiento o la devoción espiritual. Los mismos han de ser transmitidos de generación en generación dentro de grupos o covens, que poseen un funcionamiento social similar a sectas familiares iniciadas a partir de un propio acto ritual juramentado de silencio por parte de todos sus miembros.
El Wiccan se ha extendido a lo largo de los países y de las épocas. Entre las décadas de 1860 y 1870 el Wiccan en el continente americano fue asociado con la femineidad y el poder energético femenino, llevando a lo que sería conocido como la brujería feminista: mujeres que se unían en hermandad mediante el desarrollo de rituales de culto, a veces satánico, lo que asoció en la creencia popular a este grupo con la devoción diabólica.
Los rituales wiccanos se refieren a ocurrencias naturales, aunque en ocasiones también sociales. Las festividades ritualistas comunales evocan a los cinco elementos principales del Wiccan: agua, tierra, fuego, aire y espíritu, señalados en el símbolo del pentagrama. Las celebraciones incluyen solsticios de invierno y verano, equinoccios de primavera y otoño, y festividades que convergen en las situaciones de amor, pasión y muerte entre las figuras masculina y femenina, razón por la cual se relaciona a los rituales wiccanos en invocaciones de amores, venganzas y retornos.
Dichos rituales, incluidos los de iniciación, se valen de un altar, sobre el cual se disponen los elementos a utilizar, según propicie a la ocasión, entre ellos un cáliz, velas, varitas, escobas (elemento de gran representación en tal cultura), un representante del pentagrama y una daga, denominada “athame”. Sobre este altar se disponen también representantes de los elementos, como sal, agua, gemas o incienso, entre otros.
El ritual wiccano suele darse en sucesiones de acciones que evocan a la concentración. Se comienza por una preparación personal: aseo del cuerpo, meditación y relajación, para lograr una mejor predisposición hacia el ritual. A continuación, se procederá a la preparación del entorno donde se llevará a cabo la acción: se esparce sal por el suelo para purificar el ambiente y alejar los malos espíritus, que luego se barre friccionando la escoba vigorosamente por el piso, movilizando así las energías.
Luego se disponen los elementos a utilizar: incienso (generalmente de ámbar o manzana –fruta tradicionalmente asociada al pentáculo, debido a la disposición de sus semillas, en forma de estrella de cinco puntas-), también pudiendo ser espigas de trigo, frutas o bebidas y un poco de agua salada.
A continuación, el practicante realiza movimientos corporales, como una danza o caminata rítmica en sentido circular, pronunciando un cántico y dejando caer el suelo algunos de los elementos, comulgándose con el planeta y las energías circundantes buscando protección divina. Una vez dentro del círculo imaginariamente trazado se recitan las oraciones correspondientes al ritual en cuestión (plegarias, amparos, buenos augurios, búsqueda de justicia u otros). Finalizado el cántico se procede a un brindis o un sacrificio personal, en conmemoración de la devoción del ritualista hacia tal cultura, para luego agradecer a los dioses, limpiar el entorno, y dar por finalizado el ritual wiccano.
Las velas han pasado de ser un elemento esencial en la iluminación de las casas o convertirse en un objeto fundamentalmente decorativo, a ocupar un lugar de singular preponderancia en el complejo y fascinante mundo de los rituales mágicos de todas las culturas.
Existen tantas formas y colores como puedan imaginarse. Hay vestigios de que ya hace 30.000 años se utilizaban velas, formadas por piedras ahuecadas rellenas de aceite. Los romanos fueron los que comenzaron a usar cera de abeja y, posteriormente, en la Edad Media, se extendió la utilización de grasa animal. Desde mediados del siglo XIX las velas de sebo fueron sustituidas por mezclas de parafina, ácido esteárico y cera de abejas.
Aunque los rituales con velas son considerados por diversas religiones como prácticas paganas, el empleo de velas de colores o aromatizadas con diferentes sustancias, fueron utilizadas desde tiempos inmemoriales por primitivas congregaciones místicas.
Existen diferentes tipos de velas, pero las más comunes son las que se conocen como:
Altar: empleada exclusivamente en ceremonias rituales.
Zodiacal: asociada al signo bajo el cual cada persona nace.
Simbólica mágica: se utilizan para brindar confort, protección u ofrenda.
Es muy importante ser concientes de que no se trata de un juego. En la magia con velas nada queda librado al azar, por lo que deberás escoger adecuadamente el día, la hora, el planeta, signo astrológico, o santo protector.
Precauciones a la hora de usar velas rituales:
Tomar conciencia clara de las razones que motivan el ritual antes de encender una vela.
Definir claramente si es uno mismo u otra persona quien necesita de la ayuda de nuestro ritual a domicilio. En caso de un hechizo cuyo destinatario es otra persona, debe contarse con su aprobación.
Recuerda nunca apagar una vela soplándola, pues estarías quemando en la flama tu aliento interior. Utiliza un apagavela. Si no lo tienes hazlo sofocándola con una pequeña cuchara.
Es muy importante utilizar el color adecuado para cada hechizo en particular. Si no tienes velas de un color específico puedes usar una vela blanca, pues contiene a todos los colores, pero nunca al revés. Aquí tienes una guía para recordar los principales usos y colores:
VELA BLANCA: Es muy usada en rituales y ofrendas porque simboliza la pureza de una ofrenda. Ritual para una boda: encender dos velas unidas en forma de V por la base y colocada el día del aniversario en la habitación, refuerza los lazos del matrimonio o la pareja.
VELA DORADA: ideal para la prosperidad en los negocios y el dinero. Es muy utilizada en las ventas y en los negocios y también para incrementar nuestra constancia y poder de atracción de clientes. El Oro simboliza por una parte la riqueza, por otra parte es uno de los colores de Sol, o el Padre RA de los egipcios. Ritual para atraer dinero: escribe el nombre de tu empresa o el tuyo propio en una vela dorada y enciéndela cada tarde al ponerse el sol durante 7 días.
VELA PLATEADA: El color de la plata, vinculado a la Luna tiene un gran poder transmutador y es altamente efectiva en rituales vinculados a limpieza de malas vibraciones o energías negativas. Ritual de limpieza: ata tres velas plateadas entre sí, enciéndelas, y acerca su llama al marco de cada puerta de la casa, especialmente la de ingreso al tiempo que rezas una oración de tu agrado. Repite el procedimiento tres días. Luego de la tercera vez, deja las velas encendidas hasta que se consuman totalmente.
Publicado por
Gema Zalvan
en
6:27
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